Comienza un nuevo curso, volvemos al trabajo y no puedo evitar pensar en todos aquellos no lo tienen. Pero además, el trabajo es verdaderamente tal cuando es vivido como don y podríamos decir, en un sentido más profundo, que sin donación a los otros no hay trabajo. Al menos, así es también desde el punto de vista del EdC.
Puesto que el inicio de un nuevo curso siempre es una ocasión para nuevos propósitos, quisiera aprovechar este Blog para poder expresar las reflexiones que me vayan surgiendo a raíz del trabajo. Escribir ayuda a redimensionar aquello que has comprendido. Claro que, para ver y vivir la realidad del trabajo desde el punto de vista de conceptos como gratuidad, reciprocidad, donación....se necesita "ser" gratuidad, reciprocidad, donación...y uno no siempre está entonado. Así que, con humildad, haré lo que pueda.
Por otra parte, no quisiera que fueran reflexiones teóricas sino hechas desde la vida, porque la vida siempre precede al concepto. El trabajo consigue que se desvanezca gran parte de aquello que uno ha aprendido de forma simplemente conceptual, dejando dentro de nosotros sólo la parte de verdad que era vida y sabiduría. Es la vida la que nos ayuda a entender.
Buena vuelta al trabajo.
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